4 mitos sobre la salud del corazón
Según la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la OMS, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y en América, continente donde este problema provoca 1.9 millones de muertes al año.
Si las personas cuentan con la información correcta, podrán hacer los cambios de alimentación y estilo de vida que necesitan para cuidar la salud de su corazón. Por ello, hablaremos sobre 5 mitos al respecto:
1- “Los jóvenes no deben preocuparse por las cardiopatías”
Durante la infancia y adolescencia ya se comienza a acumular la placa en las arterias, lo que puede ocasionar alguna obstrucción futura.
Un mal estilo de vida influye en qué tan pronto se presenten problemas cardíacos; debido a ello, la gente joven puede desarrollarlos, especialmente en estos tiempos donde aumentaron las tasas de obesidad y diabetes a temprana edad.
2- “Las enfermedades del corazón son cosa de hombres”
Las mujeres también pueden sufrir enfermedades cardiovasculares como ictus (interrupción de la circulación de sangre que llega al cerebro por consecuencia de la ruptura u obstrucción de un vaso sanguíneo), insuficiencia cardíaca o infartos. Si bien es cierto, las muertes prematuras son más altas entre hombres, esto no quiere decir que las mujeres no puedan sufrir de alguna afección al corazón.
Por ello, la creencia popular de que dichas enfermedades no son un problema femenino, no debe influir en que las mujeres consulten con su médico al respecto.
3- “Solo el dolor torácico es señal de un problema cardiaco”
Un fuerte dolor torácico es una señal habitual de enfermedad cardíaca. Sin embargo, también puede manifestarse por medio de náuseas, dificultad al respirar, dolor en uno o los dos brazos, dolor en el cuello o espalda, etc. Incluso podría no haber síntomas.
Además, dichos síntomas pueden variar entre hombres y mujeres. Por ejemplo, los mareos y dolores anteriormente mencionados suelen darse con más frecuencia en pacientes femeninos.
4- “Si en la familia hay tendencia a problemas cardíacos, nada se puede hacer”
Es verdad que los antecedentes familiares elevan las posibilidades de padecer cardiopatías. No obstante, hacer actividad física, controlar los niveles de colesterol, mantener un peso saludable, entre otros cuidados, ayuda a reducir de manera considerable el riesgo.
Lo mejor siempre será prevenir, y para lograrlo es importante consultar con el especialista correspondiente y transmitir estos cuidados a los demás miembros de la familia.