Coágulos sanguíneos: ¿Qué son y cómo prevenirlos?

La coagulación es un proceso natural del organismo, generalmente positivo, donde la sangre se espesa en determinada parte de nuestro cuerpo para cicatrizar heridas. Sin embargo, en ciertos casos los coágulos sanguíneos podrían ocasionar efectos adversos serios. Te contamos más al respecto.

¿Cómo se forman?

Cuando se produce una herida, algunos componentes de la sangre, entre ellos las plaquetas, se acumulan en el área lesionada hasta formar una masa, con el fin de detener el sangrado o disminuirlo.

Una vez que la lesión se cura, el cuerpo va eliminando el coágulo (lo que todos conocemos como “costra”). Como puedes ver, esta coagulación es provechosa para la integridad del cuerpo e inofensiva para la salud.

No obstante, existen coágulos que se forman pese a no haber lesiones, que se originan donde no deberían, se producen en grandes cantidades, se mueven de un lado a otro y/o que el cuerpo no logra eliminar.

Los coágulos anormales pueden producir afecciones graves como un ataque cardíaco, insuficiencia renal, accidente cerebrovascular, embolia pulmonar, entre otros problemas de salud.

Si bien los coágulos a menudo son asintomáticos, también podrían provocar dolores en el pecho, piernas o brazos, así como sudoración, fiebre o dificultad para respirar.

¿Y cómo evitarlos?

Ante todo, es importante tener en cuenta algunos factores de riesgo que pueden influir en la producción anormal de coágulos:

• Cuentas con 65 años o más.
• Tuviste una operación reciente.
• Tienes sobrepeso u obesidad.
• Te mantienes sentado o echado durante mucho tiempo.
• Posees venas varicosas.
• Hay coágulos en tus antecedentes familiares, problemas del corazón, infarto cerebral o cáncer.

La prevención de coágulos consiste en:

• Vestir con ropa holgada.
• Hacer ejercicios regularmente.
• Evitar estar sentado o de pie por más de una hora.
• Evitar fumar.
• Tener una dieta saludable y rica en fibra.
• Mantener un peso adecuado.
• Seguir las recomendaciones de tu médico.

Si tienes factores de riesgo para el desarrollo de coágulos o crees presentar algunos síntomas, recuerda no autodiagnosticarte ni automedicarte. Siempre consulta con un especialista primero.