La sal en la alimentación y tu salud
La sal dietética es uno de los ingredientes más importantes en la cocina, además, resulta una sustancia indispensable para estimular los fluidos del organismo, no obstante, abusar de ella también resulta perjudicial para el cuerpo y la salud.
Se compone de los elementos químicos sodio y cloruro, por lo cual llamamos científicamente como cloruro de sodio.
La sal en el organismo
Si bien es cierto, la sal alimentaria aporta gusto a las comidas, siempre es importante tener cuidado con los límites de consumo, puesto que podría resultar negativo para la salud.
Uno de los efectos perjudiciales que más se conocen en relación al sodio que contiene la sal y su impacto en el organismo, es su influencia para estimular el aumento de la presión arterial. Esta situación a la que se le llama hipertensión, se genera cuando la fuerza de la sangre es mayor de la regular y produce daños a las paredes de las arterias, además, aumenta el riesgo de que la persona también padezca de problemas cardíacos, derrames cerebrales e insuficiencia renal.
¿Cuáles son los niveles normales de la presión arterial?
La medición de la presión arterial se clasifica en dos:
- Presión sistólica: aquella que se toma según los latidos del corazón y el bombeo de la sangre hacia las arterias.
- Presión diastólica: en estos casos se mide en los instantes de reposo que tiene el corazón entre cada latido.
En este sentido, los resultados de la medición de la presión arterial serán sistólica/diastólica respectivamente, debiendo mantenerse bajo los límites de 120/80 mmHg.
¿Cuánta sal es saludable?
Debido al contenido de sodio que contiene la sal y sus efectos adversos para la salud arterial, se hace necesario conocer los límites máximos del consumo de sal alimentaria diariamente.
Aunque tu médico podría recomendar cantidades distintas (las cuales deberás seguir según tu propia condición de salud), la regulación general es la siguiente:
Condición | Máximo de consumo diario |
Adultos sin hipertensión | 2,300 mg sodio = 6,00 g de sal |
Personas con hipertensión | 1,500 mg sodio = 3,91 g de sal |
Consejos para reducir la sal en la alimentación
Para cuidar la salud arterial, es importante hacer cambios saludables en la vida diaria, que permitan hacer el conteo general de la cantidad de sodio que se consume. Algunos de estos hábitos son:
- Revisar la etiqueta de información nutricional de todos los productos alimenticios que consumimos, para elegir preferiblemente aquellos que contengan menos del 5% del valor diario de consumo de sodio.
- Prefiera proteína animal fresca en vez de alimentos enlatados, ahumados o procesados.
- Disminuya la cantidad de sal con la que cocina, de ser posible elimine este ingrediente.
- En caso de utilizar alimentos enlatados, enjuague antes de cocinar para disminuir las concentraciones de sal.
- Prefiera vegetales frescos o congelados sin sal agregada.
- Adereza tus comidas con hierbas y especias frescas sin sal agregada.
- Prefiera cocinar y comer en casa en lugar de ir a restaurantes, a fin de estar conscientes de las cantidades de sal agregada que incorpora u ordene su comida con poco o nada de sal.
Otros hábitos importantes que también tienen efectos positivos en el control de la diabetes y demás enfermedades relacionadas son: mantener un peso adecuado, dejar de fumar, disminuir el estrés, hacer ejercicios y aplicar una alimentación sana y balanceada baja en sal como la de Enfoques dietéticos para detener la hipertensión (DASH).