La hipertensión arterial y su control

La presión arterial es el impulso con que la sangre se moviliza por las arterias, el cual se clasifica según la actividad del corazón, es decir, cuando el músculo cardíaco late y bombea sangre es denominado “tensión sistólica”, y cuando está en reposo, se le llama “diastólica.

Médicamente, cuando la presión arterial está alta se configura lo que se conoce como hipertensión, un problema de presión sanguínea que puede acarrear también otras situaciones de salud, tales como:

• Accidente cerebro vascular
• Ataque cardíaco
• Insuficiencia cardíaca
• Enfermedad renal
• Muerte prematura

Cuando se envejece, las posibilidades de sufrir de hipertensión aumentan, debido a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad, elevando la presión arterial; es necesario conocer los niveles que usualmente son regulares, de forma que si es elevada, debe bajarla y controlarla. Para leer la presión arterial, se manejan dos cifras, una indica el alta y la otra la baja.

Presión arterial normal en personas sanas, debe ser menor de 120/80 mm Hg casi siempre. No obstante, cuando se configura “hipertensión”, las lecturas de las cifras son generalmente superiores a 130/80 mm Hg.

Para las personas con enfermedades renales o cardíacas, o que hayan tenido un accidente cerebro vascular, su médico seguramente considerará que la presión esté por debajo de las cifras mencionadas, donde está catalogada como normal.

Síntomas de la presión alta

Cuando la presión arterial está elevada, suele presentarse lo siguiente:

• Dolor de cabeza
• Pulso irregular
• Dolor en el pecho
• Sudoración
• Dificultad para respirar
• Mareos
• Hormigueo

¿Cómo controlar la hipertensión?

Existe gran variedad de fármacos indicados para el control de la hipertensión, en este sentido, el médico:

• Hará una evaluación de los medicamentos
• Prescribirá los medicamentos de acuerdo a la necesidad de cada persona.
• Realizará cambios si son necesarios

Las personas de mayor edad, suelen tomar muchos medicamentos, exponiéndose a mayores efectos colaterales, uno de ellos, son las caídas, se debe sopesar riesgo beneficio para evitarlas.

Dieta y cambios en el estilo de vida

Aunado a los medicamentos, un estilo de vida saludable favorece el control de la hipertensión, en este sentido, es muy importante también:

• Regular el consumo de sal en los alimentos y bebidas.
• Regular el consumo de alcohol diario a un trago en el caso de las mujeres y 2 para los hombres.
• Incluir en la dieta cantidades sugeridas por el médico de potasio y fibra.
• Beber suficiente agua.
• Mantener un peso saludable.
• Practicar suficiente ejercicio, al menos 40 minutos 3 a 4 veces por semana.
• Controlar los niveles de estrés, algunas alternativas son la meditación y el yoga.
• Dejar de fumar (si es fumador)

Hacer un plan de alimentación saludable junto a un profesional, que responda a los requerimientos nutricionales.

En muchos casos, el médico podría recomendar un control de tensión arterial, que se trata de un registro diario en el que se lleva a cabo la medición de estos niveles, este podrías hacerlo en casa, consultorios médicos o en las farmacias que prestan dicho servicio.